Pese a los costos me he encontrado con que las onces son maíz pira y jugo en agua, no cuidan a los niños adecuadamente, no es seguro, pues le entregan al niño a quien lo reclame. No lo recomendaría para nada. Pésimo
Nos sentimos felices, tranquilos y orgullosos de que nuestro hijo haga parte de la maravillosa familia Stanford. Un lugar mágico, con personal idóneo en cada perfil, instalaciones de ensueño, y el cariño y amor que se percibe en cada rincón. No nos queda más que darles las gracias por el maravill