Ser ex-alumna de Jesús María me llena de orgullo pues reconozco en mi formación personal un gran sello de gratitud, solidaridad y bondad que dejaron en mi sus directivos y profesores, académicamente cuenta con una exigencia competitiva apoyando las aptitudes de cada estudiante
Doy gracias a Dios; por el Gimnasio Campestre Beth Shalom. Es una bendición trabajar y ser madre de familia de este lugar. Casa de Paz. Felicitaciones por sus logros.