Sentimos que al escoger el Jardín Stanford como primera institución educativa para nuestro hijo, fue una de las mejores elecciones de nuestra vida. Nos sentimos tranquilos al ver el profesionalismo con el que se desempeñan todos los trabajadores del jardín y con el amor y dedicación que le entregan
Gracias a esos principios y valores, que aprendí allá, soy una persona de bien, gracias a a la paciencia de esos profesores que me formaron. solo basta decir que donde quiera que voy van conmigo siempre. y mas mi promoción 1995 en especial 11a jornada de la tarde, la mayoría somos profesionales.